C
    uenta Aurelio Bofill en su
    libro
    Recull d’Activitats del
    ICAR
    que la primera sede
    judicial de que se tiene noticia
    estaba instalada en la calle de la
    Racona, delante de la que hoy se
    llama plaza del Teatre. Debía ser
    hacia 1830. La Ley del poder judi-
    cialde1882creólaAudienciaCri-
    minaldeReusqueseinstalódon-
    de hoy reside el Instituto Salva-
    dor Vilaseca. Pero antes, mucho
    antes,yafuncionabaalserviciode
    la Justicia y de los clientes el No-
    ble Col.legi d’Advocats de Reus,
    creado en 1845 por trece letra-
    dos. Es decir, en 2015 se cumplen
    170 años de su fundación.
    LasvicisitudesdelColegiohan
    sidolasmismasquelasquelahis-
    toria reusense. Como la misma
    ciudad, se desarrolló en un am-
    biente liberal con la aparición de
    nuevas industrias y de eminen-
    cias en todas las artes: pintura,
    literatura, arquitectura, diplo-
    macia, industrias… Reus era des-
    de mediados del siglo XIX hasta
    un siglo después la segunda ciu-
    dad de Cataluña y el centro de la
    demarcación provincial.
    Los decanos conocidos fue-
    ron: de 1883 a 1908, Bernardo
    Torroja Ortega; de 1908 a 1920,
    Joaquín Piñol Massot; de 1920 a
    1930, José de Rabassa Ortega; de
    1930 a 1948, Pablo Font de Rubi-
    nat; de 1949 a 1955, Antonio Es-
    tivill de Llorach. Siguieron: Juan
    Piñol Agulló, Agustín Barrera
    Carrero, Enrique Castro Casa-
    novas, Jaume Gispert Pujol, Ri-
    card Foraster Adserà y Pere Lluís
    Huguet Tous, que lo es desde
    2003.
    El que fue decano de la Abo-
    gacía española, Antonio Pedrol
    Rius, se dio de alta en 1932.
    La abogacía es una profesión
    libre y la institución consagrada
    en orden a la Justicia, el consejo,
    a la concordia y a la defensa de
    derechos e intereses públicos y
    privados, mediante la aplicación
    de la ciencia y de la técnica jurí-
    dicas. Así definía esta profesión
    liberal el IV Congreso Nacional
    delaAbogacíaEspañola,celebra-
    do en León en junio de 1970, que
    creó una polvareda considera-
    ble, sacudiendo las que parecían
    sólidas paredes del régimen im-
    perante entonces.
    En las conclusiones de aquel
    Congreso que abría las puertas a
    una remodelación y actualiza-
    ción de la Abogacía española, en-
    tre otras, se solicitaba «de los
    Poderes Públicos» la prescrip-
    tibilidad de las agravantes de rei-
    teración y de reincidencia del
    Código Penal; que la cancelación
    de los antecedentes penales fue-
    se definitiva incluso aunque hu-
    biere nuevos delitos con poste-
    rioridad; que fuese abolida la pe-
    na de muerte para toda clase de
    delitos; que se concediera una
    amnistía general a la totalidad
    de los delitos de carácter políti-
    co o social con cancelación de
    todas las penas accesorias, así
    como de las sanciones laborales
    y administrativas…
    EraelclarinazoparaqueEspa-
    ñacomenzaraarenovarseenelen-
    tonces temible ámbito judicial,
    y los abogados dieron el primer
    toque. El Colegio de Reus se ins-
    taló ya en el siglo XX en un viejo
    edificio de la calle General San-
    jurjo, 21 (ahora de Sardà) donde
    nosepodíanientrar;estabaprohi-
    bidoasomarsealosbalcones,por
    peligro de desprendimiento…
    Conelapoyomunicipal–eraal-
    calde Juan Amado Albouy, letra-
    do en ejercicio– se pasó a la es-
    quina de la entonces avenida de
    los Mártires (hoy plaza de la Lli-
    bertat) con general Moragues,
    sede actual de un CAP.
    Allí se tuvo un cierto desaho-
    go pero el Colegio había pasado
    de los 24 miembros de 1960 a cer-
    ca del centenar y la progresión
    sigue hasta números próximos
    al millar (contando residentes y
    no residentes, no ejercientes, et-
    cétera.)
    Era preciso tener unas nuevas
    instalaciones y así se hizo pasan-
    do a unas oficinas amplias y lu-
    minosas en la Plaça de la Lliber-
    tat, 4 , el 1 de octubre de 1984 has-
    ta que, finalmente, con el decano
    Sr. Castro se pasó a la actual se-
    dedelaAvda.MariàFortuny(edi-
    ficio ‘Carrefour’) con 500 m2,
    que fue inaugurada el 28 de no-
    viembre de 1997 por la Conselle-
    ra de Justícia de la Generalitat
    Sra. De Gispert.
    Ahora se dan conferencias, se
    organizan cursos de formación
    (práctica jurídica, extranjería,
    menores, informática, etc.), hay
    una buena biblioteca, se ha des-
    doblado el servicio del Turno de
    Oficio y de Orientación para los
    ciudadanos en general, y, en fin,
    el Colegio de Abogados de Reus
    parece haber encontrado su ins-
    talación definitiva 170 años des-
    pués.
    Se han salvado muchos peli-
    gros, derivados de la situación
    política y económica del país, el
    más cercano el propuesto en el
    ministerio del, por suerte, desa-
    parecido exministro de Justicia,
    Alberto Ruiz-Gallardón.
    Para celebrarlo, el decano Sr.
    Huguet y su Junta de Gobierno
    han organizado una serie de ac-
    tos que tendrán lugar el próximo
    mes de marzo, convocando a las
    más altas autoridades
    de la Abo-
    gacía española y de la Conselle-
    ria de Justicia catalana, actos que
    se dividirán entre la sede cole-
    gial y el Palacio Bofarull.
    170 años del ICA de Reus
    El que fue decano de
    la Abogacía española,
    Antonio Pedrol Rius,
    se dio de alta en 1932
    Abogado y
    periodista
    ÁNGEL CAMACHO
    28/01/2015
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