1. de la «red»

Sociedad
Los peligros
de la «red»
de los menores que
navega con regularidad
se ha sentido acosado/a
sexualmente en internet
en alguna ocasión
de los menores que
habitualmente utiliza
internet ha facilitado ya
su número de teléfono
en alguna ocasión
30%
de los
menores
encuestados
ha facilitado
su dirección
a través de
internet
16%
de los menores encuestados ha
concertado una cita con un
desconocido a través de internet y otro
8% lo ha hecho en más de una ocasión
de los encuestados, reconoce que se
encontró con una persona que no
resultó ser como esperaba, y un
2%
señala que era un adulto
14,5%
10%
de los menores, además de
acudir a la cita, se presentó
solo; y que otro
7%
ni tan
siquiera avisó a otras
personas sobre su intención de
acudir a dicha cita
9%
Dónde se conectan
Desde
sus hogares
84 %
Cibercentros
11 %
En casa
de un amigo
4 %
Desde el
colegio
2,5%
44%
de los
menores
no ha
recibido
informa-
ción
alguna
sobre las
normas
básicas
de
seguridad
a la hora
de utilizar
internet
54,5%
Fuente: ACPI y PROTEGELES
Infografía
LA RAZÓN
F. Velasco/J. V. Echagüe
VITORIA /MADRID- Javier Huete
Nogueras, fiscal de Sala coordina-
dor de Menores del Tribunal Su-
premo,consideradeltodonecesa-
rioregularel«derechoalolvido»en
loqueafectaamenores,yaquecon
la situación actual se puede llegar
a situaciones tan desesperadas
que una vez que pierden su «iden-
tidad digital» algunos de ellos no
logran superar la presión y llegan
hasta el suicidio. Huete, que parti-
cipó en el XI Congreso de la Abo-
gacía que se celebra en Vitoria,
defendió el «derecho al olvido» de
losmenores,yaqueestánenplena
formación y ello «no les permite
valorar la trascendencia» de los
datos que afectan a su vida que
introducen en la red.
ElfiscalcoordinadordeMenores
del Tribunal Supremo denunció
que algunos menores «viven per-
manentemente conectados» a
internet y han llegado incluso a
que su «identidad real» sea la que
propaganenlared.Estohaprovo-
cadosituacionestanextremasque
algunos han lle-
gado al suicidio
«porque
hanperdi-
do su
identidad».
En este senti-
do,
destacó
cómo los menores
sufren tal presión
cuando han sido privados
de su «identidad digital,
como son personas que
no han terminado total-
mente de formarse, la única
soluciónquehanencontradoha
sido suicidarse. En algunos casos
lo han intentado y se ha consegui-
do evitar; en otros han llegado a
cometer el hecho».
La cuestión de la formación de
menoresesparaelfiscalunaspec-
to esencial que hay que tener en
cuenta en todo lo que rodea a los
menores y la facilidad con que in-
troducen datos relevantes de su
vida o personalidad en la red, sin
ser conscientes de las consecuen-
cias que de ello pueden derivarse.
Los menores llegan
al suicidio si los
suplantan en la red
Los jóvenes
dan tanta
importancia a
su «identidad
digital» que la
confunden con
la real
«En algunos
casos lo han
intentado; en
otros lo han
cometido», alerta
Javier Huete, fiscal
del Supremo
LEGALIDAD EN LA RED
Los fiscales creen
que se debe regular
el «derecho al
olvido» de los niños
Así,citódeformaexpresaquetodo
ello puede «volverse en su con-
tra» en pocos años, nada más
alcancen la mayoría de edad, y
sobre todo, cuando pretendan
incorporarse al mundo laboral,
yaquelasempresassuelenreali-
zar un «control» del perfil de los
candidatos a los puestos de tra-
bajo ofertados y, en ese momen-
to,losvídeos,fotos,comentarios,
etc, que introdujeron en red «se
vuelven en su contra». Por este
motivo,entiendequeaumentarán
las peticiones de que «determina-
dos contenidos» que «colgaron»
en la red cuando eran menores
de edad sean eliminados de la
red. Por otro lado, el abogado
Carlos Sánchez, quien
intervino en la misma
ponencia que el fiscal
del Tribunal Supremo,
rechazó de forma ta-
jante ese «derecho al
olvido», en relación
con la sentencia de la
Audiencia Nacional
que obligaba a Google
a eliminar cualquier
rastro de una persona
que había sido conde-
nado muchos años
antes.Los ciudadanos
tienenderechoa«bus-
car» cualquier dato en
losservidoresdeinter-
net. «Tienen derecho a
rastrear la historia».
¿Tan importante es la identidad
digitalparaunmenor?«Noconoz-
co casos de suicidio, pero no digo
quenoloshaya.Nomesorprende-
ría.Esunasituaciónespecialmen-
te grave», explica a este diario
GuillermoCánovas,presidentede
la ONG Protégeles. Sólo hay que
irse a algunos de los casos de su-
plantación más extremos: el «ci-
berbullying». «Suplantar la identi-
dad constituye una de las formas
características de ciberacoso. No
siempre consiste en atacar a otro
de manera frontal, sino también
de usurpar su identidad y gene-
rarleproblemasyconflictospara
que sufra las consecuencias».
Insultar a la novia de otro, ir col-
gando en la web imágenes reto-
BORRAR
EL PASADO
DIGITAL
¿Hasta qué punto podemos
hacer desaparecer nuestro
pasado digital? ¿Tenemos
verdadero «derecho al
olvido» en la red? El
abogado Pablo Burgueño
explica que los tribunales
están prohibiendo el acceso
a determinadas noticias
periodísticas porque una
persona implicada reclama
su derecho al olvido. Sin
embargo, los tribunales
cierran el acceso sólo a
través de motores de
búsqueda, como Google.
Pero sí que es posible
encontrar esa noticia si se
localiza a través del
buscador del propio
periódico. Es el caso, afirma,
de un grupo de jóvenes
condenados por cortar un
brazo a la madrileña fuente
de Cibeles hace 13 años.
40
Viernes. 8 de mayo de 2015 • LA RAZÓN

Sociedad
cadas... «Es más retorcido, pero es
unaformaclásicadeacoso»,incide
Cánovas.Sinolvidar,porsupuesto,
prácticas como el «grooming», en
la que un adulto se hace pasar por
un menor para acceder a otros
niños en la red, en la mayoría de
casos con fines sexuales. Sin em-
bargo, en estas situaciones se sir-
ven de perfiles falsos, no de su-
plantación de identidad.
«Entre los menores es especial-
menteimportanteeldesarrollode
la identidad. Se
encuentran en un
momento, la ado-
lescencia, en el
queestándesarro-
llandosupersona-
lidad», asegura
Cánovas. Y es en
esta etapa cuando
«es determinante
lo que digan los demás de ti, sobre
todo tus iguales». El problema es
quelosadultostendemosapensar
lo contario. «Creemos que los me-
noresdanmenosimportanciaalas
cosas que cuelgan en internet que
nosotros. Pero, en realidad, los
menores cuidan mucho más lo
que ponen en las redes sociales
que los adultos. Busca y quiere ser
aceptado»,opinandesdeProtége-
les. Se trata de un rasgo que inclu-
so tiene raíces biológicas. «En un
adolescente, la zona del cerebro
queseactivacuandoesrechazado
por sus iguales es la misma que
cuando existe riesgo de muerte. El
rechazodelosigualeslovencomo
una amenaza a su vida», explica el
experto.Y,portanto,paraunadul-
to no es así. «Le puede hacer daño
lo que digan de él en internet, de-
teriorar determinadas facetas de
su vida, meterse en denuncias
juidiciales... Pero para un adoles-
cente es algo más grave».
«La suplantación de un alumno
por otro es bastante común en los
colegios», afirma
Pablo F. Burgue-
ño, abogado de
nuevas tecnolo-
gías de Abanlex.
«Lo hacen con la
sensacióndeque
en internet se
puede hacer de
todo, pero es un
anonimato virtual: dirección IP, -
email... Es fácil localizarlos», aña-
de. Burgueño explica que la su-
plantación de identidad en la red
se penaliza en el artículo 401 del
Código Penal, pero sólo en casos
muygravessecastigaconlacárcel.
Así, si un adulto se hace pasar por
un menor, todo se queda en una
falta. Y si se producen injurias o
amenazas,elartículo620.2depara
multa de 10 a 20 días. Pero «si el
menor tiene menos de 14 años,
deben responder sus padres o su
responsable legal», puntualiza.
CIBERBULLYING
Una práctica consiste
en usurpar la
identidad de otro para
causarle problemas
Cotilleo virtual
N
o creo que los menores se
suiciden por culpa de la
red. El doctor Francisco
Alonso Fernández, quien
presidiera la Asociación Europea
de Psiquiatría Social, me explicó
Cristina L. Schlichting
DOBLE FILO
que el deseo de morir –la
«pulsión tanática»– es, ni más ni
menos, el síntoma de una
enfermedad. Hubo tiempos en
que se interpretaba el suicidio
como un gesto de maldad y a los
suicidas se les negaba la tierra
sagrada. Hoy sabemos –y es gran
consuelo para los deudos– que
el suicida es un enfermo. Por eso
creo que los niños que se quitan
la vida encontrarán siempre
excusas para hacerlo –la novia
que les deja, el castigo del
maestro, el problema con los
amigos- sin que importe
realmente la entidad del
pretexto. Sin embargo, lo que
cuenta el fiscal sí es importante
en cuanto que revela un cambio
histórico. Hoy en día la imagen
que un adolescente tiene en la
red es más importante para él
que las marcas que viste o lo que
le dicen sus compañeros en
clase. ¡Y sabemos lo que le
importa la imagen a un adoles-
cente! Todos soportamos una
imagen en la red –muchas
empresas bucean en las redes
sociales antes de contratar a una
persona-, pero los adultos
capeamos el temporal como
podemos, a veces con sana
indiferencia. Los chicos y chicas
no tienen tantos recursos,
porque se están haciendo.
Supongo que protegerles pasa
por seguirlos en Internet, pero
sobretodo por hablar con ellos.
De la misma manera que no
dejamos que les esclavice el
llevar el vaquero de marca o
valorarse por lo que los demás
piensen o digan de ellos, habrá
que enseñarles que Internet no
es más que un patio de vecinos.
Un gigantesco mentidero donde
abundan en especial las tonte-
rías, las faltas de respeto, los
exabruptos y los bulos más
infundados. Cotilleo virtual.
Una rehén es liberada tras pedir
ayuda al encargar on-line una pizza
Marta Torres
NUEVAYORK-Ya habían
recibido más encargos de estos
clientes, que pedían por
Internet. Querían un pizza
grande de pepperoni. En
cambio, en los comentarios, se
podía leer: «Por favor ayuda.
Manden a la Policía». Después,
estaba el tamaño de la pizza,
grande, que cuesta en este Pizza
Hut de Florida, 10,49 dólares. A
continuación, el ingrediente
adicional, pepperoni, con un
coste de 1,35 dólares.Y después
se podía leer: «911 (el número
de la Policía en Estados Unidos)
rehén ayuda!». Era Cheryl
Treadway, que había sido
supuestamente retenida por su
novio a punta de cuchillo.
Fue entonces cuando los
empleados de la cadena de
restaurantes Pizza Hut llamaron
a Comisaría. «Nunca hemos
visto nada así», explicó la
gerente del restaurante Candy
Hamilton. «He estado aquí
durante 28 años, y nunca he
visto nada igual», insistió.
Según el teniente de Policía
Curtis Ludden, cuando se
presentaron en casa de Tread-
way, fueron recibidos por ella y
uno de sus hijos emocionados.
«Vino corriendo hacia nosotros,
pero entonces todavía había
dos niños en la casa con un
individuo que había consumido
narcóticos y no sabíamos lo que
había en su cabeza. Tenía un
cuchillo, y había que sacarlos de
allí», explicó Ludden.
Según Treadway, ella y su novio
EN UN RESTAURANTE DE FLORIDA
Ethan Earl Nickerson habían
discutido por la mañana.
Entonces, fue cuando Nicker-
son le amenazó con un cuchillo.
Ella intentó abandonar la casa.
Pero Nickerson, que había
consumido anfetaminas, se lo
impidió. Más tarde, Treadway
fue a buscar a sus hijos al
colegio. Entonces, él insistió en
ir con ella a por los pequeños. Al
volver a casa, fue cuando se le
ocurrió convencer a su novio
para pedir una pizza, que le
sirvió para reclamar ayuda.
Resguardo
en el que
la víctima
pide
ayuda y su
novio, el
autor del
secuestro
LA RAZÓN • Viernes. 8 de mayo de 2015
41

Back to top